¿Mi sueño? escribir un libro

"Las personas nos dan un guión para la vida, que debemos seguir al pie de la  letra, de no hacerlo seremos condenados al exilio social."

 

Todos tenemos sueños, anhelos internos, que nacen en lo profundo de nuestro corazón, y que esperamos cumplir algún día. En lo personal mi sueño es exactamente ese que dejé en el título de esta entrada: escribir un libro. Desde siempre (o por lo menos desde que comencé a desarollar mi razón) descubrí en la palabra escrita el escape perfecto para mi incomprendida mente, encontré en la escritura una manera anónima de expresar mis sentimientos, mis emociones, mis miedos y esperanzas, mis tristezas y alegrías...

Encontré refugio entre las páginas de un libro, porque claro, fue precisamente el amor hacia la lectura el que desarrolló en mi una capacidad aceptable de redacción. Cuando nadie me entendía, o cuando nadie tenía tiempo para mi, los libros eran mis compañeros leales, mis hombros para llorar, o esos que desarrollaban mi imaginación, y me hacian adentrarme en mundos paralelos, llenos de fantasía, a los cuales acudía encantada, buscando escapar de mi abrumadora y solitaria realidad.

Creanme, de pequeña fuí una de las niñas más solitarias e incomprendidas que ustedes puedan imaginar; Muchos decían que era rara, antisocial, transtornada... todos pretendían que mi madre buscara atención psicológica para mi, y sinceramente nunca me consideré rara ni antisocial, es sólo que fueron pocos los que se tomaron el tiempo y la conciencia de conocerme realmente, conocer mis pasiones y mis nacientes talentos. Pocos miraron las increíbles e inimaginables historias que era capaz de crear con papel y lápiz, pocos leyeron mis poesías, pocos escucharon mis composiciones, pocos me conocieron de verdad.

No, no era rara, era diferente, tenía intereses y pasiones demasiado desarrolladas para mi edad, pero las personas nos límitan según nuestros años, y eso es triste. Las personas nos dan un guión para la vida, que debemos seguir al pie de la  letra, de no hacerlo seremos condenados al exilio social. Las personas censuran la inteligencia y las capacidades de los menores, los adiestran para ser corrientes, para ser uno más entre el montón. Eso intentaron hacer conmigo, pero al ver que nunca habían resultados, simple y sencillamente me dejaron en el olvido, me permitieron encerrarme en mi soledad; Y ahí estaba yo, devorando cada libro que podía, llenando cuadernos de poesías, dibujando a los personajes que únicamente existían en mi mente, platicando con la inspiración...

Ustedes no son capaces de imaginar la emoción que nacía en mi cuando mi madre me compraba un nuevo libro, ¡yo era más feliz que un niño en navidad! Recuerdo tener un tío que siempre pasaba leyendo algún libro diferente, él nunca dejaba de leer; Como podrán imaginar la casa de aquél hombre parecía una biblíoteca, y sí, ese era mi paraíso predilecto. Podía pasar horas sentada frente a los estantes repletos de libros que tenía mi tío, sacando cada título que llamaba mi atención, leyendo los prólogos y analizando la calidad de la lectura, admirando las portadas, y aprendiendo de autores; Aunque no lo crean así era... pensándolo bien sí, quizá siempre fuí un poco anormal.

Y aún ahora, más cerca que nunca de convertirme en mujer, sigo viviendo con la misma ilusión y el amor hacia los libros, aún ahora sigo atesorándolos, aún ahora sigo fantaseando con que algún día las historias que nacieron en mi mente sean publicadas y compartidas con el mundo... anhelo eso, mi propio libro, mi propia verdad. No sé si será pronto, o con el pasar de muchos años, pero suelo cumplir todo aquello que me propongo, suelo conseguir lo que deseo.

-AdriannaRossi.-