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LaIslaDeLosBlogs

La frase...

"Te lamentas continuamente de cosas que dejaste de hacer o que hiciste mal en el pasado, como si eso sirviera ahora de algo. ¿Por qué no te perdonas y aceptas que hiciste lo mejor que sabías en cada momento y lugar?, tienes derecho a evolucionar."

domingo, 31 de marzo de 2013

Envejecer con dignidad.

"Cuando estén a punto de perder la paciencia y los estribos simplemente recuerden: ellos en algún momento cuidaron de ustedes, ellos no molestan por querer, están enfermos y necesitan que les cuidemos."
Desde hace ya varios años mi abuela materna viene padeciendo de la enfermedad mental degenerativa llamada alzheimer, por lo cual prácticamente es imposible dejarla sola por un segundo, en un abrir y cerrar de ojos ella ya ha hecho destrozos impensables, sacar los papeles sucios del basurero del baño, mezclar agua potable con aceites y saliva, hacer sus necesidades en pleno salón, desnudarse sin importar en qué parte se encuentre, entre muchas otras cosas que obviamente una persona con sus facultades mentales sanas no haría. Ante esta situación todas las hijas de ella (mi mamá y sus 6 hermanas) se vieron en la necesidad de turnarse las noches de la semana para cuidarla, quedarse a dormir con ella y supervisarla. 

Justamente hace dos días, por ser semana santa algunas de mis tías se fueron al extranjero a disfrutar de sus vacaciones, y a mi madre le quedó encargado cuidarla desde el día viernes hasta hoy, día domingo. Generalmente nos trasladamos hasta la casa de mi abuela para cuidarla, pero por diversas razones mis tías acordaron que lo más conveniente sería traer a mi abuela a nuestra casa. Para no hacerles largo el cuento desde que mi abuela esta aquí no ha parado ni un segundo de hablar incoherencias y poner de cabeza nuestra casa, hasta el punto en que mi mamá se encuentra al borde de la locura y yo no me quedo atrás.

Fue tanta mi desesperación que el día de ayer le pedí a  mi novio que viniera y me ayudara a cuidarla, y claro, ya que tengo la bendición de contar con el mejor de todos los novios él no dudó un segundo en venir. La tarde transcurrió dentro de parámetros normales: mi abuela caminando como zombie por toda la casa, con la mirada perdida, hablando incoherencias para si misma y traveseando todo lo que encontraba a su alcance. Aunque mi novio ya sabía la situación de mi abuela, creo que nunca había tenido la oportunidad de observar a profundidad su comportamiento, de repente mirándola me hizo una pregunta que me dio en qué pensar: "¿cómo era ella antes de enfermarse.?" 

De todas mis tías mi mamá fue de las últimas en marcharse de la casa de mi abuela, aún después de mi nacimiento, por lo cual tuve la fortuna de vivir y ser criada y cuidada por mi abuela hasta mis siete años, y sí, aunque parecía haberlo olvidado, al hacer memoria no me costó mucho recordar como era en sus buenos tiempos aquella señora que hoy se paseaba perdida y desubicada ante mi.

Mi mamá desde joven se las ingenió para sacarme adelante sin el apoyo de ningún hombre a su lado, y eso tristemente le impidió pasar mucho tiempo conmigo en mis primeros años de vida, recuerdo que salía a trabajar antes de que yo me despertara, y regresaba a la casa cuando yo ya me había dormido o estaba apunto de hacerlo, fue mi abuela quien me cuidó en aquellos tiempos, ella se encargaba de llevarme y traerme del colegio, quien cocinaba para mi (siempre la comida que yo prefería), quién organizaba mis piñatas, me sacaba a pasear, etc. 

Mi abuela siempre fue "la matriarca" de la familia, una señorona, fuerte y de carácter, que se hacia respetar. Una mujer que siempre buscaba reunir y mantener junta a su extensa familia, ella organizaba muy seguido excursiones y paseos familiares a playas, parques o donde se le ocurriera. En las navidades ella preparaba tamales de gallina, de azúcar y pisques, pavo, pierna de cerdo... en fin, un banquete de primera para la familia. Su casa siempre permanecía impecable, le encantaba ir a meterse a bazares para comprar adornos y cachivaches innecesarios que embellecían cada rincón de su hogar.

Pensar en eso y de golpe volver a la realidad: aquella señora que un día fue tan activa, sana, fuerte y dominante, ahora necesitaba ayuda hasta para lavarse las manos, aquella señora que un día me amo con locura y me cuidó con tanta dedicación ahora ya ni siquiera sabía quién era yo, y yo también le desconocía... 

Mi madre al ver a mi abuela a veces me dice que preferiría que Dios la lleve antes de llegar a la situación en la que mi abuela se encuentra ahora, porque sí, el alzheimer es una enfermedad hereditaria, y es muy probable que mi mamá y yo la padezcamos algún día también... es triste que Dios no le regale a todos la oportunidad de envejecer con dignidad, en pleno uso de sus facultades mentales, es triste llegar a un punto en el que se desconoce a los seres que siempre han estado a nuestro lado, un punto en el que todos aquellos que nos rodean se convierten en completos extraños, ¿se imaginan? despertar un día sin saber en donde se encuentran, o con quién están, alejados por completo de la realidad, sumidos en un mundo de recuerdos y fantasías que sólo nosotros mismos entendemos. Despertar un día preguntando por nuestra madre, recordando haberla visto la noche anterior, cuando realmente ya lleva décadas muerta, imaginarlo me asusta como no tienen idea. 

Prefiero recordar a mi abuela como la sobre protectora y fuerte mujer que me cuidó en mi infancia, creo que eso es lo que ella se merece, ser recordada con dignidad, porque lo que se ve ahora de ella no es más que el resultado de una triste y cruel enfermedad, por suerte alcancé a conocer a esa mujer en sus mejores tiempos, sé quién es ella verdaderamente, y me enorgullece decir que es mi abuela, quien a pesar del paso de los años ha logrado mantener unida a su familia, las tradiciones que ella inculcó a sus hijas se siguen practicando y transmitiendo, como ella lo hubiera deseado. 

Así se envejece con dignidad, aunque la vida no nos permita llegar a todos con salud plena a la vejez, lo que hicimos en nuestros buenos tiempos será lo que nos condene a ser recordados con respeto, creo que de eso se trata: gozar de la salud mientras la tengamos, vivir de la mejor manera posible cada día, construir con el pasar de los años una historia digna de ser recordada y contada, dejar huella... eso exactamente. Quisiera terminar esta entrada diciendo que agradezco a Dios por haberme brindado la abuela que me dio, haberme permitido tenerla aún hasta el día de hoy a mi lado, no exactamente como quisiera, pero al fin de cuentas la tengo, eso es lo importante. 

Probablemente ustedes también estén pasando por una situación similar, ya sea con alguno de sus abuelos, padres, tíos o cualquier ser querido... Sé que cuesta tratar con las personas víctimas del alzheimer, pero también sé que esas personas se merecen ser tratadas dignamente aún en estos tan oscuros y lamentables momentos, cuando estén a punto de perder la paciencia y los estribos simplemente recuerden: ellos en algún momento cuidaron de ustedes, ellos no molestan por querer, están enfermos y necesitan que les cuidemos. Algún día ellos nos cambiaron los pañales, algún día ellos nos enseñaron a comer y a hablar, nos escucharon aún en esos tiempos en los que hablábamos por hablar, incoherencias y ocurrencias que sólo nuestras cabecitas infantiles entendían, ellos limpiaron los desastres que hacíamos  y nos perdonaron cada travesura inocente... es momento de retribuir todo aquello que un día ellos hicieron por nosotros, ¿no creen?-

-AdriannaRossi-







Cuando un amigo se va.

"Cuando un amigo se va no queda más que agradecer a Dios por habernos encontrado en el camino con aquella persona, aunque hubiese sido por mucho o poco tiempo, cada segundo contó."
¿A cuantos de todos los "amigos" que han tenido en el transcurso de su vida conservan hasta el día de hoy? me atrevería a decir que los más afortunados logran contar algunos con los dedos de una mano, y otros (quizá la mayoría de nosotros) no conservamos a ninguno.

En estos 20 años que llevo viviendo y creciendo dentro del planeta tierra han ido y venido muchísimos amigos, que con el tiempo y la madurez que me ha brindado la experiencia he terminado catalogando como no más que simples conocidos, algunos un poco más cercanos que otros, pero al final de cuentas conocidos y ya.  No he sido tan desgraciada como parece, ya que aunque no han sido eternas, he tenido el privilegio y bendición de conocer un par de amistades verdaderas, personas que han llegado a mi vida y se han ganado a base de acciones mi cariño, respeto, aprecio y un lugar muy especial e intachable en mi corazón.

Lo curioso de todo es que esas dos o tres personas que VERDADERAMENTE merecen ser llamados amigos, por distintas razones ya no se encuentran en mi vida, los he perdido y me ha dolido muchísimo, si bien no han muerto aún, al tener que separarnos y tomar distintos caminos se podría decir que he quedado "de luto", porque sé reconocer y aceptar que la distancia y el tiempo terminan separando y destruyendo hasta las más hermosas y firmes amistades, aunque muchos digan lo contrario, yo no creo en fantasías.

Hasta el día de hoy únicamente conservo una sola amistad verdadera en mi vida, una amistad que llevo construyendo, reforzando y manteniendo durante los últimos siete años, una amistad que creí sería sumamente longeva, una amistad que sentía segura y estable, hasta hace un par de días... "Me voy para no regresar" me dijo, y entonces lo comprendí: las amistades para toda la vida no existen, o al menos no fueron pensadas para mi. 

Es difícil aceptar la partida de personas tan importantes en nuestra vida, como lo son los verdaderos amigos, pero tarde o temprano a todos nos tocará afrontar esa difícil despedida, lo único que nos quedará por hacer es rezar porque algún día quizá se suscite un reencuentro, y de no ser así por lo menos esperar haber sido tan importante en la vida del otro como el otro lo ha sido para nosotros, esperar haber marcado de manera positiva su vida, haber dejado huella en el corazón, habernos merecido que nos consideren y siempre nos recuerden como una amistad verdadera.

Cuando un amigo se va los recuerdos se convierten en riquezas espirituales, alegrías para el alma, consuelo para el corazón y  remedio para la soledad que probablemente nos abrace una que otra noche, cuando un amigo se va no queda más que agradecer a Dios por habernos encontrado en el camino con aquella persona, aunque hubiese sido por mucho o poco tiempo, cada segundo contó, porque esa persona en su larga o corta estancia con nosotros nos brindó alegrías, compartió tristezas, nos hizo sentir apoyados y comprendidos, nos dio amistad pura e incondicional, y eso señores NO TIENE PRECIO.

¿Moraleja? simple, si tienen a su lado estos extraños seres en peligro de extinción conocidos como amigos, valórenlos y cuídenlos, más claro imposible.

-AdriannaRossi.-


viernes, 29 de marzo de 2013

¿"Guía de la buena esposa"?

El contenido que están a punto de ver lo publico únicamente con el fin de conocer hasta cierta manera la forma en la que se pensaba antes, en aquellos días en los que la mujer no servía para nada más que para atender y satisfacer a su marido, cuidar de los niños y el hogar. En lo personal me pareció un material muy curioso, son 11 supuestos y errados principios para convertirse en la esposa perfecta, mismos que denigran y degradan a la mujer, convirtiéndola en no más que una fiel y entregada sirviente de su marido.

Aquí se los dejo:















¿Y USTEDES QUÉ PIENSAN?

¿Vacaciones o semana santa?

En estos días es cuando más comprometidos de corazón deberíamos de estar con nuestras creencias, NO CON NUESTRA RELIGIÓN, sino con nuestra fe. 
La última semana del mes de marzo es sumamente esperada por muchos, fechas en las que se conmemora y recuerda el martirio por el cuál pasó el hombre que en la historia ha quedado designado como el salvador de los hombres, quién pagó nuestros pecados y nos regaló la vida eterna... el hijo de Dios, Jesús.

Sí, ese es el verdadero propósito de la "semana santa", sin embargo muchos con el pasar de los tiempos han olvidado este significado, y han terminado confundiendo la semana santa con las "vacaciones de verano", y no creo ser la única que relaciona verano con sol, playa y diversión, en fin, con todo menos con cuestiones cristianas, sinceramente me cuesta imaginar a un sacerdote predicando la palabra de Dios en traje de baño, sin camisa, con lentes de sol y bronceador en la espalda en plena playa.

Cada semana santa se nos dan ciertos días libres de las actividades cotidianas a las que estamos atados, como estudiar o trabajar, pero dichos días libres no fueron pensados para "vacacionar", sino para honrar y recordar solemnemente la historia de Jesucristo y su calvario. Es cierto que muchos no creen en estas cosas, y aunque no lo apoyo, lo respeto y hasta cierto punto lo entiendo: si yo fuera atea y viera a los "cristianos" bebiendo en las playas cuando supuesta mente deberían de estar ayunando,  en las iglesias, en procesiones o cosas por el estilo, no dudaría ningún segundo en gritarles a la cara HIPÓCRITAS.

No digo que todos los que nos hacemos llamar "creyentes" debemos volvernos fanáticos de nuestras creencias, ¡claro que no! caer en fanatismo es lo más ridículo que pueda existir, y quierase o no la semana santa siempre tendrá un trasfondo de descanso y diversión más allá del mero significado cristiano, pero no debemos olvidarnos completamente de este.

Esta bien irse a la playa a descansar y olvidarse un poco de las presiones y el estrés, nadie condena eso, pero creo que reservar aunque sea un día de la semana santa para acercarse a la iglesia, o hablar con Dios en la intimidad de nuestras casas no estaría de más, es cierto que esto no debe de hacerse únicamente en estas fechas, sino diariamente, pero en estos días es cuando más comprometidos de corazón deberíamos de estar con nuestras creencias, NO CON NUESTRA RELIGIÓN, sino con nuestra fe. 

Antes de despedirme quisiera hacerles una pregunta, a la cuál ustedes responderán únicamente dentro de su conciencia, completamente sinceros: ¿PARA USTEDES SON VACACIONES O VERDADERAMENTE SEMANA SANTA? ¿VERANEAN O CONMEMORAN LA PASIÓN Y CALVARIO DE JESUCRISTO? 

Al haberse respondido a si mismos dicha interrogante supongo que sabrán si están haciendo las cosas bien, o si podrían estarlas haciendo mejor. Yo en lo personal me hice esa misma pregunta, y me dí cuenta de que en definitiva, podría ser una mejor cristiana, no por eso le quité la diversión a mi verano, pero comprendí que no estaba de más alimentar mi fe en estas fechas más que de costumbre.

-AdriannaRossi.-