En estos días es cuando más comprometidos de corazón deberíamos de estar con nuestras creencias, NO CON NUESTRA RELIGIÓN, sino con nuestra fe.
La última semana del mes de marzo es sumamente esperada por muchos, fechas en las que se conmemora y recuerda el martirio por el cuál pasó el hombre que en la historia ha quedado designado como el salvador de los hombres, quién pagó nuestros pecados y nos regaló la vida eterna... el hijo de Dios, Jesús.
Sí, ese es el verdadero propósito de la "semana santa", sin embargo muchos con el pasar de los tiempos han olvidado este significado, y han terminado confundiendo la semana santa con las "vacaciones de verano", y no creo ser la única que relaciona verano con sol, playa y diversión, en fin, con todo menos con cuestiones cristianas, sinceramente me cuesta imaginar a un sacerdote predicando la palabra de Dios en traje de baño, sin camisa, con lentes de sol y bronceador en la espalda en plena playa.
Cada semana santa se nos dan ciertos días libres de las actividades cotidianas a las que estamos atados, como estudiar o trabajar, pero dichos días libres no fueron pensados para "vacacionar", sino para honrar y recordar solemnemente la historia de Jesucristo y su calvario. Es cierto que muchos no creen en estas cosas, y aunque no lo apoyo, lo respeto y hasta cierto punto lo entiendo: si yo fuera atea y viera a los "cristianos" bebiendo en las playas cuando supuesta mente deberían de estar ayunando, en las iglesias, en procesiones o cosas por el estilo, no dudaría ningún segundo en gritarles a la cara HIPÓCRITAS.
No digo que todos los que nos hacemos llamar "creyentes" debemos volvernos fanáticos de nuestras creencias, ¡claro que no! caer en fanatismo es lo más ridículo que pueda existir, y quierase o no la semana santa siempre tendrá un trasfondo de descanso y diversión más allá del mero significado cristiano, pero no debemos olvidarnos completamente de este.
Esta bien irse a la playa a descansar y olvidarse un poco de las presiones y el estrés, nadie condena eso, pero creo que reservar aunque sea un día de la semana santa para acercarse a la iglesia, o hablar con Dios en la intimidad de nuestras casas no estaría de más, es cierto que esto no debe de hacerse únicamente en estas fechas, sino diariamente, pero en estos días es cuando más comprometidos de corazón deberíamos de estar con nuestras creencias, NO CON NUESTRA RELIGIÓN, sino con nuestra fe.
Antes de despedirme quisiera hacerles una pregunta, a la cuál ustedes responderán únicamente dentro de su conciencia, completamente sinceros: ¿PARA USTEDES SON VACACIONES O VERDADERAMENTE SEMANA SANTA? ¿VERANEAN O CONMEMORAN LA PASIÓN Y CALVARIO DE JESUCRISTO?
Al haberse respondido a si mismos dicha interrogante supongo que sabrán si están haciendo las cosas bien, o si podrían estarlas haciendo mejor. Yo en lo personal me hice esa misma pregunta, y me dí cuenta de que en definitiva, podría ser una mejor cristiana, no por eso le quité la diversión a mi verano, pero comprendí que no estaba de más alimentar mi fe en estas fechas más que de costumbre.
-AdriannaRossi.-
Bueno, siempre se tergiversa el propsoito de todos los feriados, la navidad, el dia de la madre, el dia de los enamorados, fiestas patrias y claro la semana santa.
ResponderEliminarYo soy ateo y me ofreci voluntariamente a trabajar en estas fiestas, asi que puedo decir que si aproveche mi tiempo jejejeje
Mi querido Gary, de eso se trata... no de dogmas sino de respeto, muy bien hecho :) un abrazo.
EliminarNosotros comimos torrejas y jocotes en miel vaya :$ aunque no pudiste escaparte de la sopa de pescado de tu tía xD
ResponderEliminarJajaja, sí mi amor... pero semana santa no es comer cosas propias de la época XD ni nos acercamos a la iglesia :(
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