Sí, probablemente el arbitro tampoco es sinónimo de justicia y equidad, pero esa no es justificación para la manera "leñera" y bélica en la que jugó nuestra selección.
Más claro que el agua, el título de esta entrada lo dice todo. Tristemente, el viernes pasado (12 de octubre de 2012) el sueño de que la selección salvadoreña de fútbol formará parte del mundial Brasil 2014, se desvaneció. Con un pequeño, pero sumamente significante marcador de 1-0 ante la selección de Costa Rica, nuestro país se despidió de toda esperanza guardada, le dijo adiós al sueño mundialista.
¿Saben que es lo peor? no en sí el hecho de perder en nuestra propia cancha, sino la forma en la que perdimos, y aunque muchos me critiquen, tenemos que ser claros y sinceros: El Salvador no jugó de manera honesta y limpia. Sí, probablemente el arbitro tampoco es sinónimo de justicia y equidad, pero esa no es justificación para la manera "leñera" y bélica en la que jugó nuestra selección. 3 tarjetas amarillas, dos expulsiones y muchas, muchísimas faltas... ese no es el tipo de juego que suele hacer la azul, y no era el tipo de espectáculo que se merecía la fiel afición salvadoreña. Yo no sé mucho de fútbol, pero sé reconocer cuando hay violencia y malas intenciones de por medio. Nuestro país no tiene fútbol, esa es la verdad, y no nos queda más que aceptarla, pero nada justifica el sucio juego del que fuimos testigos el día viernes 12 de octubre de 2012.
En cuanto al mundial, creo que no nos queda más que guardar nuestras ganas y esperanzas para Rusia 2018, esperando que situaciones como las que vivimos hoy, no vuelvan a empañar nuestra bandera, nuestro nombre y nuestro fútbol.
-AdriannaRossi-
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