Aún con todas sus imperfecciones y malas costumbres, creo que ellos también merecen un pequeño esfuerzo de nuestra parte.
Ayer publiqué una entrada llamada "papás embarazados", y sí, es cierto, cuando un hombre está esperando un hijo, llega a sentir literalmente los efectos del embarazo; Quizá sea consecuencia de una predisposición psicológica, los nervios, estrés, entre muchas causas, pero el punto es que cuestiones como el embarazo suelen adjudicarse únicamente a las mujeres, en el hospital nunca, tras una prueba de embarazo a la mujer el doctor le dice al hombre "usted está embarazado", generalmente la atención siempre se centra única y exclusivamente en la mujer... No se alegren hombres, sigo siendo sumamente feminista, pero también me considero una persona muy justa.
Los hombres también tienen derecho a sentirse o comportarse "femeninos" de repente, y no lo mal interpreten, dejando el machismo de lado, los hombres por muy hombres que sean, también son víctimas de los tan fastidiosos cambios hormonales, es por eso que de repente se vuelven más sensibles, explosivos, celosos, llorones, niñones, etc... creo que cada quién reaccionará de manera diferente.
En la sociedad machista en la que vivimos se nos ha inculcado que sólo la mujer suele ser emocionalmente inestable en ciertos días del mes, debido a la tan mencionada menstruación, en parte es verdad, el periodo de ovulación desencadena un torbellino hormonal dentro de nosotras, pero la menstruación no es la única que causa cambios hormonales y emocionales dentro de las personas, es decir: no es necesario que un hombre menstrúe para que en él se presenten cambios hormonales.
De hecho los hombres son más similares de lo que creemos a las mujeres, ¡incluso tienen su propia menopausia! sólo que para ellos es la "andropausia."
No me meteré a hablar de temas científicos ni biólogicos, a lo que quiero llegar es:
Ellos también tienen sus días, sus malos ratos... momentos en los que quizá no quieran mostrar la cara, no quieran hablar con nadie, ni puedan esbozar una simple y sencilla sonrisa.
Tendrán días en los que su sensibilidad esté a mil, y es posible con cualquier mínimo descuido lleguemos a lastimarlos en sobremanera, a tal grado de hacerlos llegar al llanto.
Habrán otros días en los que la depresión los invadirá, y ni vistiéndonos de payaso y haciendo malabares sobre un monociclo con dos cerdos y tres cabras podremos levantar sus ánimos.
Así como nosotras (mujeres) solemos esperar que nuestros hombres nos comprendan, aguanten y consientan cuando estamos en esos terribles momentos (dolorosos, incómodos e irritables), es de suponer que ellos también esperen eso mismo de nosotras... comprensión.
Aún con todas sus imperfecciones y malas costumbres, creo que ellos también merecen un pequeño esfuerzo de nuestra parte; Después de todo, aunque a veces nuestro orgullo nos haga difícil admitirlo, ellos son demasiado necesarios en nuestra vida... y los amamos.
-AdriannaRossi-
La verdad es que no me había parado a pansaralo....
ResponderEliminarUn beso
Es muy cierto, aunque no lo creamos.
EliminarGracias por leerme, ¡Un abrazo!
Es verdad... ellos también merecen algo de comprensión y paciencia. Por qué no?
ResponderEliminarUn beso!
Ese era el punto mi estimada Marite.
EliminarGracias por siempre leerme, ¡Un gran abrazo!
Muchas gracias por el premio Stefanie, es el primer premio que recibo... ¡Un gran honor para mi! Gracias por tomarme en cuenta, un enorme abrazo.
ResponderEliminarBueno, había leído hace tiempo en fisiología que los hombres también tenemos ciclos depresivos, producto de un flujo hormonal que se manifiesta en conductas similares a las que tienen las mujeres durante sus “días”, yo usualmente estoy siempre de buen humor y esos ciclos de antipático me dan cuando no duermo bien o estoy con hambre.
ResponderEliminarY en esos ciclos imagino que lo mínimo que esperas es comprensión ¿cierto? :) ustedes también la merecen.
EliminarUn abrazo amigo.
Gracias por tu comprensión, nosotros igual hacemos lo que es posible ;) … saludos!
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