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LaIslaDeLosBlogs

La frase...

"Te lamentas continuamente de cosas que dejaste de hacer o que hiciste mal en el pasado, como si eso sirviera ahora de algo. ¿Por qué no te perdonas y aceptas que hiciste lo mejor que sabías en cada momento y lugar?, tienes derecho a evolucionar."

sábado, 27 de julio de 2013

La pobre televisión salvadoreña.

Para empezar, esta es una entrada que mi estimado amigo y colega blogger Gary (ver el blog de Gary) me inspiró a escribir. Comentaba en mi facebook, sobre la pobre y vacía televisión salvadoreña, que sinceramente, mata neuronas en un mínimo de tiempo.  Pero en fin, Gary asegura que la televisión peruana (su país de origen) es aún más decepcionante y triste que la salvadoreña. 

En general, creo que cualquiera diría eso de su país, y es probable que así sea. Probablemente todos estamos igual de jodidos, sin importar país, o continente, basta con mirar nuestras sociedades, aunque es cierto que algunas son más civilizadas y sofisticadas que otras, creo que ninguna es verdaderamente "digna" de un lugar que supuestamente es habitado y dirigido por seres vivientes pensantes, con la capacidad de razonar y discernir entre lo bueno y lo malo.

En fin, no me quiero extender mucho, sólo quisiera compartirles algunos vídeos, sobre unos cuantos, de los muchos programas televisivos que se transmiten en mi país, para que se den una idea. 

Aquí les dejo los vídeos, y una breve descripción de los programas:

1. Chivísimo

Chivísimo fue un programa juvenil, producido por una de las televisoras más grandes a nivel nacional, TCS. Se comenzó a transmitir en el año 2005,  y terminaron de grabarlo en el año 2008 (tres años de tortura.) En sí, el argumento del programa era ver a chicas y chicos jóvenes, bailando con muy poca ropa frente a las cámaras, al ritmo de la música que se le ocurriera poner al DJ, que tenían en el mismo set. Durante una buena temporada, incluso estuvieron como amenizadores (y posteriormente como co conductores) los en ese entonces integrantes del grupo músical Axe Bahía (otros tontos sin oficio ni beneficio)... En fin, un asco de programa, como se imaginarán. Aquí les dejo el vídeo con el que aperturaban el programa:


2. Buena Onda

Uno de los programas juveniles más antiguos en la televisión salvadoreña, siendo transmitido desde finales desde el 2002, hasta la fecha.  Sin duda, es quizá el programa más vacío,  absurdo, denigrante y patético que puede existir en una televisora local... lo más preocupante, es que pese a todas estas "cualidades" anteriormente mencionadas, a lo largo de más de diez años, ha sido un programa rentable para su televisora (Grupo megavisión), por ende, llego a la preocupante conclusión de que: este es el tipo de televisión que le gusta a la gente salvadoreña. 

¿El argumento del programa? ni siquiera sé si lo tiene. Básicamente, son un grupo de jóvenes presentadores que se dedican a ser ridiculeces frente a la cámara, buscando la manera de comportarse y expresarse de la manera menos culta posible, autodenominandose un programa "del pueblo", dejando entrever que el pueblo no tiene para nada decoro u educación. A lo largo de tantos años, su presentador emblemático ha sido Juan Carlos Turcios, un "joven" que dejo de ser joven hace ya bastante tiempo, pero que se niega a superar esa etapa de su vida. En fin, les dejo un vídeo de una aspirante a "presentadora" de dicho programa, para que se den una idea del tipo de gente que participa en estas aberraciones televisivas. 


3. Antídoto

Otra propuesta televisiva por parte del grupo megavisión... fue un programa que sinceramente duró muy poco al aire, y es evidente el por qué.  Esta vez, con la propuesta de antídoto, explotaron demasiado lo absurdo y "chabacan", llegando a un límite en el que ni siquiera el público salvadoreño, acostumbrado a las ridículeces de "Buena Onda", supieron asimilar. El programa fue un fracaso total, su conductor y productor Gerardo Ferrufino actualmente trabaja en otra propuesta televisiva, en otra televisora. Además de Gerardo, en el elenco también se encontraba un muchacho afroamericano, más negro que la noche, y sumamente alto y musculoso, al cual llamaban "Papito", que solía bailar con ropas sumamente apretadas, frente a las chicas de público. Y también estaba el personaje de "el niño de la mochila azul", un hombre disfrazado de escolar, que se paseaba con su mochila azul por las calles de la capital, haciendo preguntas a los transeuntes, que por lo general les tomaba desapercibidos, ya que dichas preguntas, siempre iban mal intencionadas, o con doble sentido.  Aquí les dejo un spot publicitario del programa y un reportaje hecho por "el niño de la mochila azul":




4. Domingo para todos

Este es uno de los programas clásicos de la televisión salvadoreña, producido por la televisora TCS (tele corporación salvadoreña.) En teoría, se trata de un programa familiar, conducido por un gordo pesado y engreído que se la pasa avergonzando y haciendo quedar en ridículo, tanto a sus co presentadoras (chicas jóvenes y atractivas), como a todos los que llegan a participar en los absurdos concursos del programa. La propuesta va dirigida principalmente a las familias más humildes del país, a quienes no les importa hacer el ridículo y ser avergonzadas en televisión nacional abierta, con tal de llevarse a casa unos cuantos dólares, una canasta básica, o alguna licuadora.

Originalmente el programa se inició en 1986, bajo la conducción de Daniel Rucks, quién después de catorce años de transmisión ininterrumpida, cede la batuta a Max González (el gordo engreído del que les hablaba.) Actualmente, el programa se sigue transmitiendo religiosamente cada domingo al mediodía, y la cultura de mi gente sigue decayendo. Daniel Rucks se encuentra trabajando en una popular revista matutina de la misma cadena televisiva (TCS.)

Aquí les dejo una pequeña muestra de lo que les hablo:


5. Tal para cual

Otro de los programas de telecorporación salvadoreña (TCS) que inspiran verdadera vergüenza.  Conducido por Elena Villatoro e Isis (dos mujeres que parecen sacadas de un burdel) Max González (el mismo gordo antipático de domingo para todos), Cocolito (un ex ídolo infantil, que ahora profeza un humor más negro) y "La tenchis" y "Doña Tula", ambos personajes interpretados por el comediante salvadoreño Julio Yúdice.

El programa en definitiva está dirigido para un público adulto, su contenido explícito y vulgar, hace que a un espectador educado y culto, le sangren los ojos y le ardan las neuronas.  En general, el argumento es "hagamos tonterías, comportémonos vulgares y esperemos a que la gente se ría de las pendejadas que hacemos." No exagero... júzguenlo ustedes mismos:


6. Milena tu amiga

Milena tu amiga vendría siendo como la versión salvadoreña de "Laura" o "Cosas de la Vida", una versión un tanto más recatada, pero igual de absurda. Conducido por Milena Mayorga desde el 2011, es un programa de entrevistas, en el cual suele hablarse sobre temas de "interés" en general, problemas familiares, psicológicos, sexuales, e incluso, temas considerados tabú, como la religión, homosexualidad, entre otros.

Como dato curioso, cabe recalcar que la conductora, Milena Mayorga fue Miss El Salvador en el año de 1996, y nos representó como nación en el certamen Miss Universo del mismo año.

Quizá no sea el peor programa de la televisión salvadoreña, sin embargo, los temas que tocan suelen hacerlo de manera demasiado superficial, y al final el televidente o espectador suele terminar con más preguntas que respuestas. Los invitados, aunque muchas veces son expertos en la materia, suelen encaminarse por la tangente, y los diálogos o conclusiones que termina dando la presentadora, son sumamente predecibles... en pocas palabras: hasta un niño de primaria podría conducir mejor el programa.

Aquí les dejo un fragmento de uno de los capítulos, para que se den una idea:


7. Grandiosas

La copia salvadoreña del programa mexicano "netas divinas." Conducido por cuatro mujeres maduras (algunas más respetables que otras.) Las conductoras son Verónica Guerrero, una presentadora televisiva con gran trayectoria  tanto en conducción, como modelaje. Luisa Manga, ex presentadora de una popular revista matutina de la competencia (TV Azteca), Regina Cañas, una ex ídolo de programas infantiles, mejor conocida como "la tía bubu" y Maria Elisa Parker, ex presentadora de uno de los noticieros más populares y de mayor prestigio en El Salvador.

El programa, aunque probablemente no tenga nada de malo, tampoco tiene nada de bueno. Es sumamente aburrido y vacio, probablemente dirigido a las amas de casa, y básicamente se resume en un grupo de mujeres chambrosas que se reunen a conversar sobre cualquier tontería que se les venga a la mente.

Aquí les dejo el vídeo: 


Podría seguir enunciando decenas de programas como estos, vacíos, poco originales, absurdos, vulgares, y vergonzosos, por lo menos para mi como salvadoreña.

Y ustedes ¿qué piensan a cerca de la decadencia que hoy en día se vive en la televisión, a nivel mundial? ¿cómo ven la televisión de sus países? ¿dista mucho de mi realidad, o se asemeja? Agradeceré sus comentarios.

-AdriannaRossi.-

martes, 23 de julio de 2013

Si te cuesta, sonríe.

Nada en la vida es fácil, y si las cosas se les dan demasiado fácil, desconfíen, que bien dice el dicho: lo que fácil viene, fácil se va.
Me he ausentado unos cuantos días, últimamente me ha estado quedando muy poco tiempo "de ocio" como para poder sentarme tranquilamente a escribir.  Lo peor de todo, es que cuando tengo tiempo, estoy demasiado cansada como para inspirarme... en pocas palabras, si no estoy estudiando, o practicando mi técnica, duermo. 

A penas llevo una semana de clases, en mi nueva carrera y facultad, y ya me estoy dando cuenta de lo difícil que será. Tengo ya bastantes trabajos acumulados, y una extensa lista de materiales por comprar, (que según me han dicho, ascienden a más de $100 en costo) ... en definitiva, comienzo a darme cuenta de que sacar esta carrera adelante, no será nada fácil, y en efecto, mis estudios anteriores eran unas vacaciones eternas, en comparación a esto. 

Siempre que las cosas se me ponen difíciles, recuerdo a mi profesor de educación física de la primaria, un hombre joven, moreno y alto, que más bien parecía un sargento de la fuerza militar, él no sabía diferenciar entre las edades de sus cursos, y nos exigía a nosotros, niños de segundo y tercer grado, tanto o más de lo que exigía a los jóvenes de bachillerato y promoción.  Jamás he sido muy atlética, y eso de correr al rededor de una cancha, bajo el sol candente de las mañanas, era la peor de las torturas. Siempre que iniciábamos la clase, antes de asignarnos un ejercicio, el profesor nos decía: "recuerden, si no les está doliendo, no sirve." Definitivamente siempre sirvió... la cara de dolor en todos los niños era notoria.

En fin, esa frase me marco, y suelo repetírmela muy a menudo. Probablemente en cuestión relacionada a estudios, no se trata de dolor físico, pero sí de cansancio, y un esfuerzo un tanto sobrehumano, que implica dormir poco, permanecer sentada en un banco de madera duro, desde las 6:20 de la mañana, hasta las doce del mediodía , sin ingerir alimentos ni agua, ni salir al baño. Llegar a la casa a comer algo, y comenzar a realizar las tareas asignadas,  regresar en la tarde para las clases vespertinas, hasta las 8:30 PM. Cenar algo, terminar mis deberes, y dormir unas horas, para repetir todo al día siguiente.

Cabe recalcar, que pasearse por la universidad, cargada de pliegos de papel guarro, botes de pintura, tablas de cortar, navajas, pinceles, escuadras, y un sin fin de materiales, dificulta todavía más las cosas, en especial cuando todas tus clases son en el cuarto nivel de la facultad.

Creo que la famosa frasesita de mi profesor de primaria, me acompañará a lo largo de la carrera, como un mantra, que me motiva cada vez que siento flaquear. "Si no duele, no sirve."

Esto no sólo se aplica a los estudios, sino que cada quién lo puede adaptar a cualquier etapa de su vida en la que se encuentren, de hecho, yo en lo personal también suelo repetírmelo mucho cuando las cosas en mi noviazgo se complican (y esto suele pasar bastante a menudo), se presentan circunstancias o situaciones, en las que pareciera que todo el mundo y universo conspiran en contra de mi relación, y suelo preguntar al cielo ¿por qué?, ¿tanto le cuesta a la vida facilitarnos un poquito más las cosas?... y las palabras de mi profe resuenan en mis oídos, si no duele no sirve, y si te cuesta, sonríe, que es porque valdrá la pena. 

Nada en la vida es fácil, y si las cosas se les dan demasiado fácil, desconfíen, que bien dice el dicho: lo que fácil viene, fácil se va... o lo que nos dijo ahora mi catedrática de bases del diseño: es cierto, los materiales son costosos, pero se paga la calidad y garantía del producto, LO BARATO, SALE CARO.

Siendo así las cosas, ahora ya no pido a Dios que me facilite las todo, al contrario: quiero que me cueste más, que las cosas me salgan caras, y que valga la pena pagar ese precio. Total, lo difícil es ahora, pero mañana me gozaré con la recompensa, con los resultados de mi trabajo y esfuerzo de hoy.  Sí las cosas te están costando, es señal de que las estás haciendo bien, y vas por el camino correcto. Hasta la misma biblia menciona algo sobre la puerta ancha y la puerta angosta, ¿no?

Repítete a ti mismo, mentalmente: si no duele no sirve, si te cuesta, sonríe... una y otra, y otra vez, hasta que te sientas suficientemente motivado, y ve, conquista esos sueños y metas trazadas, que puedan más tus ganas y tu voluntad, que tu dolor y tu cansancio. ¡Ánimo!

-AdriannaRossi.-

jueves, 18 de julio de 2013

Y la vida nos comienza a sonreír...

Empezamos a confiar, en que quizá después de todo, si haya cabida en este mundo para nosotros... quizá la fiera e imposible sociedad, se apiade y considere darnos una oportunidad.
¡Qué bonito!, bonito es ver como por fin, después de tantas cosas malas, y de tanto tiempo viviendo a oscuras, por fin nuestro clamor ha sido escuchado, y el sol comienza a asomarse en el horizonte. Después de sentir que moríamos, y de haber tenido que sacar hasta la última reserva de energías, después de que los miedos y el sufrimiento invadieron cada fibra de nuestro ser, y nuestros ojos se secaron de tanto llorar, por fin hoy, hasta ahora, las cosas están comenzando a sonreír para nosotros.

Sí, aún  duele, nuestros pies están marcados, repletos de heridas que han dejado las piedras que tuvimos que sacar en el camino, y nuestras manos llenas de ampollas, que reflejan como ladrillo a ladrillo, fuimos construyendo nuestros sueños... por más que la tempestad los derrumbaba, los volvimos a levantar; Es cierto que dejamos sangre, sudor, y un manantial de lágrimas tras nosotros, es cierto que llegamos a dejar de creer, pensando que la vida, el destino, el Dios, o lo que fuera que daba sentido a las cosas, se había ensañado con nosotros, y tenía algo personal en nuestra contra. Es cierto que perdimos la fe, y que incluso, muy en nuestros adentros, llegamos a maldecir. Es cierto que pensamos en renunciar, en tirarlo todo a la chingada, y que nos dejara de importar... es cierto que pensamos en resignarnos a la perdición, pero también es cierto que no lo hicimos. Soportamos, cuando pensamos que ya no soportaríamos más, cuando parecía imposible, sobrevivimos. 

Pudieron más nuestras ganas de creer en que las cosas cambiarían,  que lo malo no estaría para siempre, pudo más nuestra inocencia, esa parte de niño pequeño que todos llevamos adentro, ese niño que cree, aunque todos le dicen que no es cierto, que no va a pasar, que sólo son fantasías inventadas, y que sólo en los sueños y la imaginación tienen cabida. Nos rehusamos a creerlo... quisimos pensar que la fantasía podía convertirse en realidad, y seguimos soñando, con más fuerza y determinación que nunca.

¡Míranos ahora! aquí estamos... aún vivos, y con nuestras esperanzas en pie. Por fin, después de tanto, las cosas comienzan a cambiar. De a poquitos, sí, no podemos pretender que de la noche a la mañana, todo sea como lo esperamos, pero por lo menos, la presión que sofocaba nuestro cuello, comienza lentamente a ceder, y nuestras heridas por fin tienen su tiempo para cicatrizar. 

Las oportunidades por fin están llegando... pequeñas, pero aquí están. Y Dios por fin parece comenzar a responder nuestras plegarias, las oscuras nubes de tormenta se comienzan a disipar, y aquí estamos, tú y yo, con una luz en los ojos, llenos de esperanza, esperando que esta vez si sea real. 

La vida por fin comienza a sonreírnos, el aire por fin se torna respirable, y nuestro corazón ya no está tan aprisionado, comienza a sentirse libre, capaz de creer y soñar. Empezamos a confiar, en que quizá después de todo, si haya cabida en este mundo para nosotros... quizá la fiera e imposible sociedad, se apiade y considere darnos una oportunidad. De poquito a poco, ya tenemos más de cinco en el bolsillo, de poquito a poco, las cosas comienzan a llegar. De poquito a poco, el camino parece acortarse, y la meta ya se ve aproximar. Ahí vamos... despacito, pero sin detenernos, paso a paso, sin correr, pero tampoco de gatear, vamos con paso firme y seguro, vamos hasta donde tenemos que llegar.

Sonrío, por fin lo hago, con total espontaneidad... sonrío al ver tu alegría, y comenzamos a sentir que en esta vida sí lo podemos lograr. Por Dios, en serio ¡qué bonito que las cosas comiencen a cambiar!, y que lo malo por fin, nos ha dejado de bombardear. 

Aún nos quedan muchos tropiezos, muchas caídas de las cuales nos tendremos que levantar, muchos golpes bajos que habrá que aguantar... pero aquí está, esa pequeña luz por la que tanto tuvimos que rogar.  Dios se acordó de nosotros.

Es posible, claro que lo es... tú y yo en definitiva, estamos destinados a triunfar.

 -AdriannaRossi-

Todo por un beso.

Así esto de amar, un tanto obsesivo, un tanto irreal. Caprichoso e impulsivo... pero incondicional.
Me dio un beso, despertando dentro de mi todos esos sentimientos que habían permanecido dormidos. Avivando en mi las ganas, la curiosidad por la vida, y el entusiasmo de empezar. Me dio un beso, y sentí cómo mis pupilas se dilataban, por mi cuerpo corría una extraña corriente, era una sensación que jamás había logrado sentir.

Me besó, y no sé cómo ni por qué, pero sus labios me enviciaron; Su textura y suavidad, y esa sincera y soñada forma de besar.  Me dio un beso, y sólo me deje llevar, no puse resistencia, y mis labios comenzaron a bailar.  Cuerpo a cuerpo, labio a labio, comenzamos a soñar... que las cosas más bonitas van naciendo con besar.

Aún se estremece mi alma, y me tiembla el corazón, recordando el primer beso, con el que nacía nuestro amor.  Y es que tu confianza, tan bien fingida, esa actitud temeraria que te hacía saber que yo sería más que tu amiga... quizá eso fue lo que me enloqueció. 

Me sentí mujer en ese primer momento en el que  sentí que amaba, en ese mismo instante en que noté que el amor me atrapaba, y que mi corazón se volvía frágil, y se entregaba. En ese mismo momento supe que ya no era una niña, y supe que lo del pasado no significaba nada. En ese mismo momento entendí que habían riesgos, que podía salir lastimada, en ese mismo momento comprendí que esto del amor es como un veneno, que yo bebería encantada.

La vida está llena de tantos misterios... pero el más grande, complejo y efusivo, sin duda alguna es el amor.  Tarde o temprano todos caemos, porque sí, es una necesidad humana, es natural que busquemos sentirnos amados, y es natural que amemos. Hay personas que llegan a viejos, y aseguran jamás haber conocido eso que la gente llamaba amor. Estoy segura que eso no es cierto... probablemente si lo conocieron, pero por miedo, o pena, no se atrevieron a verdaderamente darle un rinconcito en su vida a ese sentimiento, que lo transforma todo.

Creo que esto de enamorarse, es como la pubertad en los chicos. Sabes que las cosas cambiarán, que experimentarás cambios, es un mundo tan nuevo y desconocido, que nos asusta, y hacemos hasta lo imposible para correr y huír de esto... pero tarde o temprano nos alcanza, porque así tiene que ser, es naturaleza humana, sencillamente eso; Una vez que te llega, te das cuenta que las cosas no son tan malas como parecían, y hasta te comienza a gustar, ¿o no?

Es increíble como una persona se pudo adueñar de mi vida con tan sólo un beso... me transformó por completo, y pintó de otro color  mi corazón, un color más alegre y vívido, un color que los demás ven, y envidian. Mis ojos ahora reflejan esa misma felicidad y alegría que hay en mi corazón, sé que tengo un brillo  nuevo, literal, y me encanta.

Me encanta esto de estar enamorada, esto de amar, y que me amen. Me encanta tener un corazón vulnerable, porque aunque existen miedos, estos miedos son de esos que te hacen sentir vivo, que te reiteran tu realidad... ESTÁS ENAMORADO/A.

Ahora mismo, lo que más deseo en este mundo, es tener la oportunidad y el privilegio de seguir disfrutando de esos besos hasta que Dios me regale vida... no quiero otros labios, me aterra pensarlo. Me aterra imaginarme en los brazos de otro, y mi corazón simple y sencillamente se marchitaría lejos del amor que le dio vida. Así esto de amar, un tanto obsesivo, un tanto irreal. Caprichoso e impulsivo... pero incondicional. Real y literal, no sólo es cuestión de metáforas. El amor es peligroso, quizá por momentos dañino, como un caballo indomable, que hay que aprender a adiestrar. 

En eso estoy, en eso estamos... logrando lo que nadie cree posible lograr.

-AdriannaRossi.-

miércoles, 17 de julio de 2013

Una primera mala impresión. (Second part)

Es cierto, tengo mi carácter, pero uno bueno, fuerte pero justo. Sé reconocer cuando otros tienen la razón, y no me cuesta disculparme si el error ha sido mío. En este caso, no fue así. 
Me apoyé contra la pared, frente a la puerta del aula, para retomar el aire y esperar a que el catedrático llegara. En una de esas, con mi mirada clavada en lo que tenía en frente, me puse a leer una hojita de papel que habían pegado en la puerta... decía así: "CLASE DE DIBUJO LINEAL SUSPENDIDA HASTA EL DÍA LUNES"

Pese a que lo leía, no lo terminaba de asimilar. Tuve que leerlo varias veces, hasta que me atreví a preguntar a mis compañeros que si eso era cierto. Todos suponían que sí, pero igual se habían quedado a esperar, por si acaso el catedrático se dignaba a aparecer, y el aviso era para algún otro grupo de la misma cátedra. Pues bien, traté de no sulfurarme... era probable que esa fuera la situación, seguro que así era, no había por qué estresarme.  Esperé con el resto a que el catedrático llegara, hasta que se dieron las 6:39 PM.  Recordé que el catedrático en la primera clase, nos había compartido su número telefónico por cualquier cosa... le llamé.

Me identifiqué como una alumna de la case de dibujo lineal, y le pregunté si en efecto la clase estaba suspendida, o era un error. Él respetable catedrático se quedo un rato callado, y respondió con un seco y un tanto arrogante sí... respiré. Ok, lo había entendido, no habría clase, sin embargo, me parecía justa una explicación. El catedrático se limitó a decir que no había clase, que tenía sus razones para no llegar, y que él había hecho la gestión con la universidad para que se nos avisara a nosotros los alumnos sobre la suspensión. Eso me hizo calmarme. Él no tenía la culpa... en todo caso, los culpables eran las autoridades de la universidad, que no fueron capaces de dar un mayor aviso, más que pegar una simple hoja de papel en la puerta del salón de clases... sabiendo que muchos iríamos a esas horas, sólo por esa clase, y nos enteraríamos hasta el mismo momento en que estuviéramos parados frente a la puerta del salón.

Le dije al catedrático que comprendía, y que en todo caso, me quejaría con las autoridades de la universidad, porque sinceramente me parecía una actitud muy poco responsable, y si algo me han enseñado es a exigir mis derechos, y no quedarme callada ante las injusticias. El catedrático me dijo que estaba bien, y le colgué dando por terminado el asunto y disponiéndome a hablar con las autoridades de la universidad, porque simple y sencillamente, tenía derecho a imponer un reclamo, aunque no ayudaría en nada, pero estaba en mi derecho, y lo haría valer.

Pues bien, a los pocos segundos de colgar, estaba recibiendo una llamada del mismo número del catedrático. Contesté... él se presentó como el profesor con el que acababa de estar hablando, asentí. Inmediatamente después, este "respetable catedrático"  me dijo de muy mala manera, en un tono muy arrogante que denotaba sumo enojo, que él no había terminado de hablar conmigo, y que yo le había colgado. Me sorprendí, pero aunque me molestó la manera en la que lo dijo, admití que era posible que colgara apresuradamente, ya que creí que todo había quedado aclarado, y como yo era la que había marcado, procuraba cuidar mi saldo para hacer otras gestiones.  Me disculpé con el señor, aclarándole que no había sido mi intención faltarle el respeto en ningún momento.  El catedrático no dijo nada... después prosiguió, repitiendo que se había sentido ofendido, y que ante la situación, quería saber mi nombre, para "pasar mi caso" y hacerles saber a las autoridades de la universidad que me parecía incorrecta la manera en que no nos notificaron sobre la suspensión de la clase. Me pareció un poco sospechoso, pero no quise ser muy evidente... le dejé en claro a este señor que yo sola haría la gestión, y que no consideraba necesario darle mi nombre a él. 

Insistía desesperadamente en saber mi nombre, ya que le parecía que esto era algo "personal"... Já, en serio no me chupo el dedo.  Le dije que no le daría mi nombre (¿para qué? seguro lo que este hombre quería era tomar represalias, y hacerme la vida imposible el resto del ciclo.) Me molestó tanto su actitud y su tono altanero y mal educado, que le confesé que me parecía una actitud muy poco aprobable e irresponsable de su parte, el hecho de haber suspendido sin previo aviso la clase, y aún más, tratándose a penas de la segunda clase del ciclo, ¿qué primera impresión nos estaba dejando a los alumnos?, sin duda una muy mala. 

Finalmente, el hombre bastante molesto, dio por terminada la conversación, le desee buenas noches, y colgué. Admito que terminé bastante molesta yo también, pero me sentí victoriosa, y es que sí... por mucho que busquen intimidarme, cuando estoy consciente de que yo estoy en lo correcto, y de que tengo la razón, me defiendo, no me dejo de nadie. Esta es una actitud que heredé de mi mamá, y sin duda, por ejemplo de ella, sé que será una actitud que me llevará lejos.

No me considero una persona altanera, ni una niñita caprichosa, de esas que creen que todo el mundo está a sus pies, en serio no soy así. De hecho, siempre suelo dejar una maravillosa impresión en mis catedráticos, soy una alumna sobresaliente, y he llegado a convertirme en la mano derecha de muchos de mis anteriores maestros... así que estoy segura, de que no soy una persona problemática ni rebelde. Es cierto, tengo mi carácter, pero uno bueno, fuerte pero justo. Sé reconocer cuando otros tienen la razón, y no me cuesta disculparme si el error ha sido mío. En este caso, no fue así. 

Sinceramente, aún no sé que acciones tomaré... probablemente gestione un cambio de grupo para esa cátedra, no por miedo ni rencores, simple y sencillamente por lo evidente: un "profesional" de la docencia, que demuestra irresponsabilidad, y un alto grado de madurez y poca ética para manejar situaciones con sus alumnos, indudablemente no será un buen catedrático. Probablemente sea bueno en sus areas de especialización, pero por mucho que alguien sepa, no quiere decir que sea apto y capaz para "transmitir conocimientos."

Sin duda alguna, después de liberar todo lo que pienso y lo que me ha pasado, aquí, con ustedes,  me siento mucho más tranquila y segura.  Creo que en la vida, siempre nos toparemos con personas hasta cierto punto insoportables, o poco llevaderas. Uno tiene que intentar ser capaz de tratar con todos, ser capaz de trabajar con todos, ya que así es el mundo profesional... pero hay casos de casos, y a veces, por la tranquilidad y salud de uno mismo, lo mejor será alejarse de personas indeseables, lo antes posible.

-AdriannaRossi-

Una primera mala impresión

El lunes pasado comencé nuevamente mi ciclo académico, y esta vez lo hice estrenando nueva carrera, y es que oficialmente ahora soy una estudiante de diseño gráfico publicitario.
Antes que nada, quisiera disculparme con ustedes por no haber estado respondiendo a sus comentarios en mis últimas entradas, estos días han sido sumamente movidos para mi, y junto a mi novio estuve trabajando un poco en la renovación de este sitio, mínimos, pero muy agradables cambios para mi en lo personal; Espero los noten, y sean de su agrado también.

En fin, vamos a lo que nos trae por aquí; Quizá esta especie de confesionario se extienda más de lo debido, o les parezca demasiado tedioso, así que por eso mismo, decidí dividir esta entrada en dos partes.

Amo escribir cosas bonitas, cosas que me salen del alma, que destilan felicidad, inspiración y sentimientos lindos. Amo escribir cosas que me hacen sentir bien, que me motivan y que motivan a los demás; Pero este día, no será el caso.

De hecho, hasta cierto punto vengo a desahogarme con ustedes, espero no les incomode, pero en serio, necesito sacar el enojo que tengo... y escribir siempre me ha ayudado a canalizar mis emociones.

El lunes pasado comencé nuevamente mi ciclo académico, y esta vez lo hice estrenando nueva carrera, y es que oficialmente ahora soy una estudiante de diseño gráfico publicitario. Esto me emociona mucho, siempre me ha gustado mucho todo lo relacionado con crear, y sé que esforzándome y con una buena guía, seré capaz de lograr grandes cosas en el rubro. 

Lo único malo de todo esto, es que mis horarios han quedado sumamente desordenados, ya que, siendo ex estudiante de comunicaciones, con varias materias cursadas, me han dado bastantes equivalencias, que lógicamente, desordenan mi pensum, y por ende mis horarios. Como pude, haciendo malabares con los cupos y horas disponibles, logré inscribir cinco materias (podía llevar hasta siete, pero no lo creí conveniente)... Lo peor de todo era que llevaba una materia a las 6:20 de la mañana, y otra en el turno nocturno, saliendo a las 8:30 pm... sabía que sería difícil, pero mi positivismo y ganas de aprender me ganaron, y con todo el entusiasmo del mundo acepté el reto.

Pues bien, el día lunes todo fue de maravilla, recibí mis clases, que básicamente fueron introductorias, y me dí una idea más clara de lo que sería mi nueva carrera; Sinceramente comencé a enamorarme. Pese a que el lunes llevé clase desde las 6:20 am hasta el medio día, las cosas no paraban ahí... tenía que regresar a mi clase nocturna, la cual tengo los días lunes y miércoles. Pues bien, asistí, llegando media hora antes de mi clase, y me tope con que las colas para entrar al parqueo de la universidad a esa hora son imposibles.  Llegué media hora tarde a mi cátedra, por no poder encontrar parqueo. Sin embargo, era primer día, y todo se valía. El día martes sólo llevaba clase en la mañana, todo transcurrió con normalidad, y seguí entusiasmándome aún más con mis clases y mi carrera. 

Hoy, día miércoles, nuevamente tenía los mismos horarios que el día lunes, clases desde las 6:20 de la mañana, y regresaba en la tarde para mi clase de las 8:00 PM. Cuando volví al medio día de la jornada matutina, ni siquiera tome un descanso... mi catedrático de la clase de la noche nos había dejado una tarea, que implicaba mucho tiempo y dedicación.  Con el mayor empeño del mundo comencé a trabajar, sin parar. El tiempo corrió y ni siquiera me aviso, ya que al ver el reloj, ya sólo faltaban tres horas para mi clase, y con el afán de no volver a llegar tarde, y lograr conseguir parqueo sin problemas, me había propuesto llegar por lo menos una hora y media antes del inicio de la cátedra, ya que no creí que nadie llegara tan anticipadamente, y supuse que los parqueos estarían vacíos. En fin, terminé mi trabajo, lo guardé, y me arreglé para salir nuevamente. Estaba llegando a la universidad a eso de las 4:30 de la tarde, y mi clase era hasta las 6:30... ¡Pero cual fue mi sorpresa al toparme nuevamente con una cola imposible para accesar a los parqueos! Já, no lo podía creer. Me resigné, igual tenía aún mucho tiempo, y por lo menos era seguro que no llegaría nuevamente tarde a la clase.  Apagué el motor de mi coche, y saqué el trabajo que llevaba, para aprovechar el tiempo y darle unos retoques, en serio quería que mi dedicación se notara.

Los minutos corrían, y la fila de coches parecía no avanzar. Se dieron las cinco, y aún no me acercaba si quiera al portón del parqueo. A las 5:30, ya había avanzado un poco más, y lograba visualizar el portón. A las 6:00 estaba casi en frente del portón, esperando entrar. A las 6:18 por fin logré accesar, me parqueé rápidamente y corrí hasta el edificio donde tenía la clase, atravesándome toda la universidad, bajando dos niveles, y subiendo cuatro más. Para cuando por fin llegué al salón, sentía que el corazón se me salía, pero me alegré al ver que la clase aún no había comenzado, todos mis compañeros estaban afuera del salón...

Continuará...

-AdriannaRossi-

lunes, 15 de julio de 2013

Hagamos historia.

Tenemos la capacidad de sobresalir, TODOS la tenemos. La diferencia está en las ganas, en el verdadero deseo de llegar lejos, de ser el mejor.
Hay momentos en la vida, en que por mucho que lo intentemos, pareciera que no salimos del hoyo en que hemos caído. Momentos en los que las heridas son tan profundas, y la sangre que ya hemos derramada es tanta, que simple y sencillamente nos desvanecemos, y sentimos morir. Hay momentos en los que perdemos la fe en nosotros mismos, en nuestras capacidades, en nuestro poder de triunfar. Momentos en los que ya no hay nada en qué creer, nada por qué luchar... Hay momentos de momentos.

No, esta no es otra de esas entradas en las que escribiré sobre la poca esperanza que queda en el mundo, o sobre la inmensa decepción que inspira nuestra humanidad. Tampoco escribiré sobre verdades dolorosas, ni sobre penas y miedos que no dejan avanzar.

Hoy escribiré sobre la esperanza, y las ganas de salir adelante y conquistar cada sueño y meta trazada; Sobre el verdadero y natural deseo de sobresalir, de ser el mejor, de ser reconocido... esas ganas de enorgullecerse de lo que se logra, esas ganas de venir desde abajo, y llegar hasta lo más alto de la cima, hasta donde nunca nadie creyó que podríamos llegar. 

La gente suele burlarse de los demás al escucharlos hablar sobre sus sueños y aspiraciones. A las personas que sueñan alto, y en grande, se les tacha de fantasiosos... personas que imaginan utopías, personas que jamás pasarán de eso, imaginar. 

Pero, ¿por qué?, ¿cuál es el deseo y la necesidad de hacer daño? ¿por qué las personas se empeñan tanto en destrozar y cortar las alas de los sueños de otros? ¿qué ganan con eso?... Pensando y repensando, llegué a la conclusión de que esas son personas egolatramente bulímicas. Al igual que una persona con este transtorno alimenticio, que busca llenar vacíos emocionales e inseguridades a base de pura comida, así mismo estas personas egolatramente bulímicas, inseguras, cobardes y frustradas, buscan sentirse superiores, haciendo sentir inferiores a los demás, buscando a través de las palabras y comentarios hirientes, evitar que estos desplieguen sus alas, y aprendan a volar... cosa que ellas nunca lograron.

En esta vida rarísima vez nos toparemos con alguien que verdaderamente busque el bien para nosotros, y se alegre por nuestros triunfos. Por lo general, a las personas les encanta estar ahí presentes cuando fracasamos, para sentirse héroes, y consolar y dar consejos, que ellas son incapaces de seguir. Entonces, aunque suene feo, crudo, e intimidante, la realidad es que no podemos confiar en nadie, y si no luchamos y lo damos todo por nosotros, por cumplir nuestros sueños y realizarnos en la vida, no esperemos que alguien más venga a hacerlo.

Tenemos la capacidad de sobresalir, TODOS la tenemos. La diferencia está en las ganas, en el verdadero deseo de llegar lejos, de ser el mejor. No creo en coeficientes intelectuales, ni en niveles de educación... si bien es cierto, puede llegar a influir, jamás llegará a determinar algo, jamás será un factor definitivo e inalterable. Muchos de los grandes de la historia, jamás recibieron algún tipo de educación especializada, ni tuvieron a alguien que creyera en ellos y les echara la mano... No; Los grandes de la historia se abrieron camino ellos solos, por mérito propio, porque creyeron en ellos, se tuvieron fe, sabían que eran capaces de llegar tan lejos como se lo propusieran, y aprendieron a ignorar comentarios que simple y sencillamente buscaban derrumbar sus sueños, y servir de grillete a sus aspiraciones.

Personalidades como Los Beatles, Michael Jordan, Thomas Edison, Walt Disney, Steve Jobs... entre muchos. Ejemplos perfectos de superación, de tener fe en uno mismo. Rechazaron a los Beatles de disqueras, debido a que simple y sencillamente los productores no creyeron que las guitarras combinadas y sus voces, calarían bien dentro del gusto de la gente. Michael Jordan fue rechazado del equipo de Baloncesto de su instituto, Thomas Edison fue humillado por sus catedráticos, debido a ser considerado "estúpido" y poco capaz. Walt Disney fue despedido de un periódico, debido a su "falta de invención y su poca creatividad." Steve Jobs fue despedido de la empresa que el mismo ayudó a crear... Todos ellos (por mencionar sólo algunos casos), fueron personajes a quienes otros buscaron hacer trizas y derrumbar sus sueños. Personajes que vieron cerrar puertas en su cara, y que muy probablemente, tenían motivos de sobra como para tirar la toalla y dejarse vencer... pero no lo hicieron. Ellos creyeron en sí mismos, más que en lo que dijeran los demás. Ellos tenían metas claras, sabían hacía dónde iban, y sabían que con esfuerzo y determinación, lograrían llegar. El resto es historia.

¿Por qué no hacer historia nosotros mismos? sólo necesitamos aprender a creer, y desearlo un poco más, desearlo de verdad, determinarnos a conquistar las metas que nos hemos propuesto, y trabajar día con día por ser los mejores, por sobresalir.

No será de la noche a la mañana, llevará mucho tiempo, y requerirá mucho esfuerzo y sacrificio, pero valdrá la pena, esa sensación de haberlo logrado, cuando nadie creyó que podríamos hacerlo, NO TIENE PRECIO.

Y como decía un personaje al que llegué a admirar mucho... ¡Vamos que se puede!

-AdriannaRossi-

domingo, 14 de julio de 2013

Vulnerable.

Soy vulnerable a tus deseos, a tus palabras, a tus ganas de mi amar.
Siempre termino cayendo... ante esos ojos que me penetran, se abren paso a través de la piel, y calan profundo hasta el corazón. Ante esas manos que me tocan, caricias suaves, pero llenas de pasión. Ante esos brazos, que me abrazan, y me aprietan contra tu cuerpo, que me hacen sentir segura, que no me sueltan ni desprenden de ti, por más fuerte que sople el viento. Termino cayendo ante tus palabras, que me conmueven, y me hacen soñar, que me hablan de amores, y de verdades que sólo un corazón verdaderamente enamorado es capaz de esbozar. 

Y es que soy tan vulnerable ante ti amor mío, te lo juro que no me puedo resistir. Tienes un efecto tan inmediato, y preciso en mi... un poder que nunca falla, que siempre consigue de mi lo que quiere. Con una sola palabra podrías destruir mi mundo, desmoronar mis sueños, y matarme lenta, y dolorosamente. Con una sola caricia me desnudas, haces que me entregue a ti, que te de cada parte de mi. Bailo entre tus dedos sin parar, como esa bailarina de la cajita musical, no se resiste, es incapaz, cuando uno quiere, ella baila, al compás del mismo sonar.

¿Y qué quieres que haga? nada puedo, porque siento que ya no tengo voluntad... mi única voluntad son tus sueños, tus deseos de volar. Lo que verdaderamente anhelo es ver en tu rostro felicidad, por lo que lucho incansablemente es por lograr tu tranquilidad. Si tú estás bien, yo estoy bien, esa es mi única verdad. 

¿Qué quieres que haga? si estoy profunda e irremediablemente enamorada de ti, te amo como loca, como adicta, como alguien que sin tu amor no vive más. Ya lo sé, suena enfermizo, ya lo sé que parece capricho... pero no, no es realidad. ¡Te amo en serio! con ganas, con garra, con deseo, te amo con entrega, dispuesta a por ti luchar. Y no cabe duda, por tu amor yo de todo soy capaz.

Soy vulnerable a tus deseos, a tus palabras, a tus ganas de mi amar. Soy vulnerable a tus estados, a ese ánimo que a veces ha de subir y bajar sin cesar. Soy vulnerable a cada beso, cada caricia, cada lágrima y risa voraz... Mi amor, ¡soy tan vulnerable ante ti!, porque sin darme cuenta, ya te entregué todo de mi, no me queda más que confiar.

No lo niego, me siento desnuda, y mi actitud me he llegado a cuestionar. Quizá fue muy rápido, quizá no pensé... quizá demasiado me arriesgué.

¿Pero y ahora qué?, si lo hecho, hecho está. Ya no puedo el tiempo echar para atrás, y las cosas ya no pueden cambiar... esta es mi realidad, que te amo de verdad. Te amo más de lo que pienso, más de lo que verdaderamente se sabe amar. Te amo como el sol ama a la luna, como se aman las olas, el viento y el mar. Te amo porque sí, porque me deje llevar... te amo porque has sido el primero, el único en mi corazón entrar. Has calado tan profundo, en cada fibra de lo que suelo ser, de como suelo estar. Me has cambiado por completo, y mi vida ahora otro rumbo comenzó a tomar.

Tú me amas, ya no hay dudas... no me importa loca estar.  Amor mío, estoy desnuda, más contigo no hay temor, pues yo sé que tu me cuidas, y lo haces con amor. Vulnerable, sí, así estoy, más no existen los temores, porque tengo un cuidador. Tú, que cuidas alma y cuerpo, cada naciente sentimiento... tú, la razón de mis amores, el que evita mis dolores.

Tú eres el único culpable de que yo esté vulnerable... tú y el bendito amor que por ti siento, responsable de que mi corazón viva contento. Soy vulnerable ante ti, vulnerable ante tu amor, no me puedo resistir, necesito tu calor. 

Necesito que des vida a este loco corazón, que sin ti no encuentra nada, ya no tiene más razón. Ámame como lo has venido haciendo, y deja que nuestro amor siga creciendo... no me importa estar vulnerable, sí sé que para cuidarme te tengo.

-AdriannaRossi-

Algún día

Algún día tendrás esa sensación, de que el orgullo no te cabe ya en el pecho, de que el corazón se te sale, y de que te elevas, por tanta felicidad que sientes.
Hoy las cosas son difíciles, y se llegan a sentir hasta imposibles. La carga cada vez pesa más, y siento como mis piernas flaquean, y mi cuerpo dice a gritos que ya no puede más. Siento mi corazón, que tiembla de miedo,  y mi alma que se deshoja, temiendo ya no soportar. Llega ese momento en que ya no puedo más, ese momento en que exploto, me quebranto, lloro y miro que el pozo en el que estoy sumergida es tan profundo, que llego a dudar poder salir de el... Y es que Dios se ensaña tanto con nosotros, y nos hace las cosas tan difíciles, que ya no veo salida, ni camino por dónde seguir.

Hoy mismo, lloro, sufro, y me desarmo... y por más que lo intento, todo se sigue desmoronando; Viniéndose encima, aplastando mi ya demacrado cuerpo, mis ya famélicas esperanzas. Las lágrimas llegan a nublarnos, ya no vemos el camino, y como la ley de Murphy no se equivoca, no hacemos siquiera el intento de limpiar nuestras lágrimas, sentimos que ya no vale la pena seguir, ¿para qué ver un sendero, que muy probablemente no nos llevará a nada? 

Hoy día me deprimo, y sólo veo como todo empeora, como la situación no cambia, como seguimos en las mismas, sin parecer progresar. 

¡Pero no! Yo sé que esto no será así para siempre, yo sé que estas son las pruebas que tengo que superar... esas pruebas que te fortalecen, y te hacen crecer, esas pruebas que te preparan para conquistar las grandes adversidades de la vida, esas pruebas de fuego, que te pulen como el más brillante y atesorado oro.

Algún día todo esto habrá valido la pena, lo sabremos. Algún día miraremos hacia atrás, y nos daremos cuenta del largo camino que hemos recorrido, de todas las piedras que hemos tenido que ir sacando de nuestros zapatos, miraremos el océano de lágrimas que hemos dejado atrás, todo el sufrimiento que tuvimos que soportar, todos los fracasos de los que fuimos víctimas, y todas las caídas, de las que siempre nos volvimos a levantar... Miraremos nuestro cuerpo y nuestra alma, y ahí estarán las cicatrices, cicatrices que evidencian lo mucho que nos costó...

Recordaremos estos momentos en que las cosas parecieron imposibles, en los que estuvimos a punto de dejar de intentarlo, tirar la toalla y resignarnos a que nuestros sueños, eran sólo fantasías que jamás se volverían realidad. Recordaremos cada lágrima, cada gemido callado, ese dolor que nos tragamos, aparentando ser fuertes, no ante los demás, sino ante nuestra propia y frágil esperanza.

Nos costará, sí, y mucho... quizá más de lo que pensamos. En esta vida, nada es fácil ni regalado, en esta vida el que quiere triunfar y llegar lejos, antes tiene que sufrir, y dejar sangre, sudor y lágrimas tras de si, en el camino. Pero te aseguro que algún día, llegarás, llegaremos.

Algún día tendrás esa sensación, de que el orgullo no te cabe ya en el pecho, de que el corazón se te sale, y de que te elevas, por tanta felicidad que sientes. Se dibujará una sonrisa en tu rostro, de esas sonrisas que van de oreja a oreja, y tus ojos brillarán, con ese brillo que sólo la mirada de un héroe consigue tener, ese brillo lleno de garra y emoción, ese brillo de saber que te propusiste comerte al mundo, y lo lograste

Porque sí, no tengo dudas... lo vamos a lograr, porque podemos hacerlo, porque queremos hacerlo, porque no hay nada que nos lo impida, porque nuestras ganas pueden más, porque estamos juntos y decididos, por eso sé que vamos a llegar, llegar lejos, llegar alto, llegar hasta donde nadie cree que podemos llegar, hasta donde ni en nuestros más alocados sueños lo hemos imaginado... ahí vamos a llegar.

Sólo se trata de eso, de querer y creer, quererlo con todas tus ganas, con todas tus fuerzas, y creer que lo puedes hacer, que eres capaz, que no hay nada que no puedas, mientras de verdad lo quieras. 

Algún día estaremos ahí, alto, lejos, a dónde ahora sólo soñamos estar, ahí estaremos. Algún día nos miraremos a los ojos, y esbozaremos una sonrisa, diciendo que lo logramos.

Mientras tanto sigo aquí, sufriendo, soportando, volviéndome cada vez más fuerte... preparándome para merecer ese lugar, ese gran triunfo, ese destino que nos espera. Lloro, y sangro, pero sé que el sufrimiento, las lágrimas y la sangre, no son en vano. Mientras tanto sigo aquí, para ti, siempre.

Cuando algo de verdad se quiere, siempre es necesario hacer grandes sacrificios, y es que, entre más cueste, más maravilloso será, más valdrá la pena. Lo que fácil viene, fácil se irá... pero lo que te cuesta de verdad, eso ya es tuyo, y nada ni nadie te lo quita, puesto que está tan aferrado a ti, como tu carne y sangre, es una extensión de tu alma y de tu corazón. Lo que te cuesta de verdad, tiene tatuado tu nombre, siempre fue tuyo, y siempre lo será.

Algún día amor mío... uno no muy lejano, uno que desde ya nos espera; Vamos a llegar.

-AdriannaRossi-

sábado, 13 de julio de 2013

Juro que soy feliz.

Y pese a tanto mal que hay en el mundo, ante tantas desgracias que suceden, aquí estamos... llenos de amor y de talento.
Que la vida no es perfecta, que las personas son falsas, que los amigos no existen y que el mundo, cada día que pasa, va de mal en peor... ya me sé toda esa cantaleta, ya me sé todas esas verdades, que a cualquiera entristecen y le quitan las ganas de vivir.

Es cierto, las cosas están mal, nuestro mundo vaga en el camino de la perdición, pero hoy es un nuevo día, y Dios me ha permitido la oportunidad de despertar y seguir viviendo. Siento como mis pulmones se llenan de aire, a cada respiro que doy, y si me concentro un poco, logro escuchar a mi corazón latiendo, cada segundo de cada minuto, de cada hora de cada día de mi vida... así lo ha hecho desde siempre, y este día lo sigue haciendo, ¡eso es un verdadero milagro!

¿Saben cuantas personas, no lograron ver venir un día más? ¿cuantos ya no despertaron de su sueño? ¿a cuantos le arrebataron la vida?... son miles, más de los que podamos contar. Y sin embargo tú y yo, estamos aquí, con vida, con tiempo, se nos ha regalado ese enorme privilegio, y aún así, nuestra naturaleza desagradecida, nos hace quejarnos, nos nubla la vista, y no nos permite apreciar la verdadera belleza de la vida, las maravillas que trae consigo cada nuevo día. 

Tú y yo tenemos vida, y no sólo eso... tenemos una vida bendecida; Llena de salud, de oportunidades. No conocemos lo que son las verdaderas carencias, siempre tenemos un plato de comida cuando hay hambre, o una cama en la cual refugiarnos cuando hay frío  o un techo bajo el cual resguardarnos si llueve, o un par de zapatos que ponernos, para no lastimar nuestros pies.  ¡Tú y yo tenemos una vida privilegiada! vivimos a cuerpo de rey, a comparación de la gran mayoría del mundo.

Cuando analizas esas pequeñas verdades, y te pones a reflexionar y hacer conciencia sobre todo lo que tienes, y lo poco que te falta, instantáneamente te sientes feliz, tu corazón se alegra, y también se acojona un poco, debido a la vergüenza de nuestra tonta manera de pensar y actuar de muchas veces, debido a ese egoísmo, esas malas actitudes, esa ingratitud, de la que tanto veces hacemos gala.

Y pese a tanto mal que hay en el mundo, ante tantas desgracias que suceden, aquí estamos... llenos de amor y de talento, llenos de sueños y de oportunidades, rodeados de personas que nos quieren, que se preocupan y buscan lo mejor para nosotros, repletos de sueños y planes, y con vida aún, para seguir luchando, trabajando, y construyendo cada meta; Con vida para salir adelante, con vida para conquistar nuestros miedos, y olvidar nuestras penas, sanar nuestras heridas, y descubrir nuestro camino, ese sendero que nos conduce al tan anhelado y buscado propósito para nuestra existencia.

Juro que soy feliz... tengo mil y una razones para serlo. No sé que tanto tiempo me quede de vida, o cuánto más me dure la salud, pero sinceramente no quiero preocuparme por eso, vivir rodeada de preocupaciones, pensando qué pasará, siendo pesimista, y llamando lo malo, no es una manera correcta de vivir, es más, creo que ni siquiera es vivir, sino condenarse a una existencia atormentada.  Lo que yo quiero, es disfrutar mientras haya vida y salud, disfrutar y vivir cada día como si fuera mi último en esta tierra, amar como nunca, soñar como si nada fuese imposible, y explotar mis talentos día con día, elevarme lo más alto que se pueda, llegar a conocer el límite de mis capacidades, ponerme a prueba y superarme conforme el tiempo transcurra, ser hoy mejor que ayer, y mañana mejor que hoy.

No soy sabia, ni una conocedora de los grandes secretos y misterios de la vida, sin embargo, por experiencia sé que viviendo de esta manera, se consigue una existencia plena y feliz... y al fin de cuentas, eso es lo que todos buscamos: vivir felices, y realizados.

Piénsalo. 

-AdriannaRossi.-






Mi rinconcito.

No es fácil esto de vivir, cuando no se tiene nada seguro, ni siquiera la misma vida.

¡Que ganas de atarme mil globos de colores a la cintura, y salir volando! elevarme lejos de los problemas, y llegar a algún paraíso perdido, como en esa fantasiosa película de Disney, "Up."

Ya sé que no se puede, pero siempre es bonito soñar... creo que los seres humanos, ya traemos en nuestra naturaleza, ese instinto que siempre busca facilitarse las cosas, buscar la salida fácil, el camino corto; Y ante los problemas, la primera reacción siempre es querer alejarse, acabar con todo, esconderse cobardemente, y meter la cabeza en la tierra, como una avestruz.  

Sería bonito tener algún rinconcito, en dónde nadie pudiera molestarnos; Un rinconcito al cual acudir cuando ya no podemos más con nuestras cargas, y necesitamos quebrarnos, sin que nadie nos vea, sin tanta voltereta, un rinconcito en donde poder sacarlo todo, en donde poder llorar a gusto, sin penas ni miedos, ni límites de tiempo, un rinconcito en donde podamos descansar, hasta que verdaderamente nos sintamos fortalecidos, y listos para seguir.

Quisiera volverme inmune ante las palabras ajenas que buscan lastimarme, y no tener más preocupaciones en la vida... todos esperan tanto de mi, y yo aquí, inundada de temores, pensando que existe la posibilidad de que llegue a ser un total fracaso en la vida.  Por momentos me siento tan segura, tan feroz, tan capaz de comerme a todos, de llegar más alto que cualquiera, y al otro simple y sencillamente mi seguridad se desploma, y me vuelvo un pichoncito que tiembla, desplumado, y con frío, perdido en el mundo, una miserable y vulnerable criatura, en este inmenso y salvaje mundo de lobos.

Ya lo sé que valgo mucho, que estoy llena de talentos, y que las posibilidades para mi son infinitas... eso me he terminado creyendo a lo largo de mi vida, pero hasta el más seguro de si mismo, tiene inseguridades. No es fácil esto de vivir, cuando no se tiene nada seguro, ni siquiera la misma vida... a cualquiera lo atemoriza.

A veces, sólo quisiera tener la oportunidad de dar una mirada, chiquita, muy breve, a lo que será mi futuro... para así saber si voy haciendo las cosas bien, o si debo de cambiar algo, pero esa es otra fantasía que no puede ser, igual, lo repito, es bonito soñar.

¿Y qué me queda entonces?, pues nada, seguir viviendo, seguir intentando ser cada día mejor, actuar de la manera más correcta posible, y rogar con todas mis fuerzas al cielo, por no equivocarme. Al final de cuentas, gran parte de la vida, se termina reduciendo a la fe, y creo que eso se me da bien.

Creo que después de todo, yo si tengo un rinconcito... sólo que no es físico, sino virtual: las palabras, y hoy en día, este blog.

-AdriannaRossi-