"Tocaré puertas hasta que mis nudillos se desangren, pero no soltaré mi objetivo, conquistaré el mundo profesional, esta sólo es una batalla más que tengo que librar, como ya lo he hecho con tantas."
¿Qué soy? no más que una chica que lleva viviendo en este mundo de locos a penas dos décadas, veinte años de los cuales he pasado diecisiete buscando adquirir nuevos conocimientos para así estar mejor preparada ante los retos que supondría la vida. Desde el maternal hasta los estudios universitarios, todo se enfoca en un mismo objetivo: prepararnos, ¿para qué? simple, para conseguir un buen trabajo (que realmente se traduce a conseguir un buen salario), ese es el propósito principal de todo.
Los padres siempre buscan pagarnos los mejor colegios y las mejores universidades que estén a su alcance, buscan brindarnos la mejor educación que les sea posible, porque eso aumentará nuestras posibilidades de sobresalir en el mundo profesional, o así se cree popularmente.
Pues bien, he llegado al nivel universitario, y es momento de buscar cabida dentro de ese temible, competitivo y poco amigable mundo profesional, un mundo en el que muy pocos son aceptados, y en donde mantenerse a flote es una lucha diaria. Me la he pasado las últimas semanas metida en esas populares páginas que enlistan oportunidades de empleo, organizadas por áreas, aptitudes y empresas, seleccionado discreta y cuidadosamente esas plazas a las que creo que mis conocimientos y talentos pueden adaptarse y aprovecharse mejor, y pese a que he recibido bastantes respuestas, no dejo de sentirme intimidada ante el nuevo reto que supone convertirme en una asalariada.
No es que no me crea capaz, al contrario, reconozco mi talento, soy una persona sumamente inteligente y capaz, pero mi peor enemiga suelo ser yo misma, siempre tratando de superarme, considerando que nunca es suficiente, que la meta real es la perfección, y como todos sabrán la perfección es algo fuera del alcance de una simple y carnal humana, como lo soy yo.
La naturaleza humana es esta: temer lo desconocido, lo nuevo y no vivido hasta el momento. Fácil sería vivir como mantenida, como parásito de mis padres hasta que no me quedará otra opción, pero como ya se habrán imaginado eso es algo que no va para nada conmigo, tengo aspiraciones, grandes y ambiciosas metas, y sé que de no empezar pronto, ahora que tengo la juventud y la belleza a mi favor, probablemente todos esos sueños y anhelos me dejen atrás, y no hay peor batalla que la que no se luchó.
Así que no hay de otra, seguiré enviando hojas de vida, seguiré buscando oportunidades, tocaré puertas hasta que mis nudillos se desangren, pero no soltaré mi objetivo, conquistaré el mundo profesional, esta sólo es una batalla más que tengo que librar, como ya lo he hecho con tantas, y créanme, se me da bien eso de ganar.
-AdriannaRossi.-